¿Ya las conocías?: Leyendas mexicanas

Hola a todos, soy Dann (todavía no me vuelvo un artista reconocido mundialmente por hacer arte postmoderno, por lo que sigo escribiendo). Aunque muchas personas no son afines al miedo, algunas otras disfrutan leer una buena historia de terror. Además, no es mentira que muchos de nosotros cuando éramos pequeños, disfrutábamos cuando nuestros padres o abuelos nos contaban leyendas. Es por eso que el día de hoy, en pro de las historias locales que han pasado de generación en generación sin necesidad de internet, te presento algunas leyendas (que no necesariamente dan miedo) mexicanas. Acompáñame.

La planchada

Eulalia fue una enfermera del antiguo Hospital de Juárez del Centro Histórico de la Ciudad de México. Se decía que Eulalia era extraordinaria con sus pacientes: siempre estaba para ellos y disfrutaba como nadie de su trabajo; además, se caracterizaba por siempre lucir impecable en su atuendo de enfermera. Un día de tantos, Eulalia se enamoró de un médico nuevo y él de ella; esto llego al extremo que ambos estaban dispuestos a casarse. Sin embargo, el problema fue que antes de que la boda se llevara a cabo, su prometido decidió viajar para casarse con otra mujer. Eulalia, extremadamente triste, murió según la historia, de soledad.

Durante sus últimos días, Eulalia notó que dejó abandonados a sus pacientes y su trabajo que tanto amaba a causa de su depresión. Es por eso que, hasta el día de hoy sigue deambulando hospitales, intentar remediar su error. El nombre de “la planchada” es por su vestido de enfermera, que aun después de morir, sigue pulcramente planchado.

La casa de los tubos

En la localidad La Escondida, en Monterrey, muy cerca de la iglesia de Cristo de la Montaña, están las ruinas de una construcción conocida como la casa de los tubos. Lo primero que resalta es su peculiar estructura; sin embargo, tiene una historia detrás:

Un padre decidió construir una pequeña mansión a su hija que sufría parálisis, por lo que, la forma extraña de la casa es debido a que las habitaciones estaban unidas por rampas para que la joven pudiera trasladarse a cualquier parte del recinto.

Desde antes de acabada la mansión, la muerte rondaba a todos los involucrados: algunos trabajadores murieron por extraños accidentes mientras realizaban su labor. La gente del pueblo colindante murmuraba entre dientes que las desgracias no pararían ahí; y tenían razón.

Un día de visita por parte del padre y la hija a la construcción, un descuido provocó que la chica se deslizara por una de las rampas y cayera por la ventana, provocando su muerte instantánea.

Deprimido hasta el extremo, el padre decidió acabar con su vida. Y, aunque la casa quedó a medio construir, dicen que ahí se han llevado a cabo rituales de índole satánic0 hasta el día de hoy. Incluso hay quien asegura que se escuchan lamentos provenientes de la más absoluta oscuridad, que te dirigen hacia la casa de los tubos.

¿Tú conoces alguna otra leyenda que te hayan contado tus padres o abuelos? Déjamela en los comentarios. Además, si te gustó este artículo, deberías leer este acerca de creepypastas.

Gracias a Basileonardo por esta imagen; síguelo en su canal de YouTube: es extraordinario.

Yo soy Dann y espero que me leas una próxima vez… si es que no te pierdes en algún lugar abandonado.

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