A pesar de que se trata de impulsar el mensaje de que todos deberíamos ser nosotros mismos, existen unas cuantas personas que darían cualquier cosa por ser otra persona. Algunas de ellas logran esto simplemente cambiando su vestuario, otras modificando su estilo -con algún corte de pelo nuevo o ciertas técnicas de maquillaje- y algunas otras personas, optan por la cirugía.
Este es el caso de Claudia Sierra, una mujer texana de 42 años, la cual pasó muchos años tratando de sentirse cómoda con su propio aspecto físico, y actualmente afirma que finalmente pudo encontrar una apariencia con la que se siente cómoda… pero dicha apariencia la tomó prestada de Melania Trump .
La decisión de Sierra de someterse a las cirugías la hizo en noviembre de 2016, cuando tuvo una cita con un hombre que conoció en una página online de citas, el cual creía que ella estaba mintiendo sobre su edad. Incluso pidió ver su permiso de conducir, porque estaba convencido de que ella era mayor.
“Esa fue la gota que derramó el vaso”, dijo Sierra. “Yo tenía 41 años y decidí que en ese punto, quería cambiar todo sobre mí”. Así es como lucía Sierra antes de las operaciones:
Así que, en ese mismo Noviembre, se puso en contacto con un cirujano plástico y solicitó reconstrucciones mamarias, un trabajo de nariz, botox, rellenos, liposucción, levantamiento de glúteos brasileño, levantamiento de párpados y tratamientos inyectables. El presupuesto original que recibió por todo esto fue de entre $50,000 y $70,000 dólares, pero no podía pagarlo, así que tuvo que rechazarlo.
Sin embargo, unos meses más tarde el cirujano que la atendió le ofreció las operaciones a un costo menor; y sin pensarlo dos veces, aprovechó la oportunidad para cambiar prácticamente todas las características reconocibles que tenía.
Los nueve procedimientos tomaron un total de 10 horas para llevarse a cabo, y a pesar del costo, el dolor y todo el tiempo de recuperación, Sierra dice que está contenta con el resultado. Esta es Melania Trump, su modelo a seguir:
La decisión de remodelarse a sí misma basándose en la apariencia de la primera dama se debe a lo que Sierra piensa de ella, pues dijo: “Siempre tiene la cabeza en alto, ella no se está escondiendo de nadie. Ahora, no siento que deba esconderme yo tampoco”.
Aún no ha tenido citas nuevas después de sus operaciones, y las críticas que recibió no han sido todas positivas. “Me etiquetan como una chica loca o enferma, pero no lo soy. Soy una persona sana y feliz”, afirma. “No soy mentalmente inestable. Sabía lo que quería hacer por mí, pues desafortunadamente, no sabemos cuánto tiempo tenemos aquí, así que mientras estoy viva, quería ser feliz y quería brillar“.
Y así es como Sierra se ve ahora:
Sierra también sabe que la cirugía no es la respuesta para todos. Si bien, le ha ayudado a recuperar su confianza y superar algunos problemas personales que la preocupaban, acepta que alterar la apariencia de una persona no cambiará quienes somos en nuestro interior.
¿Qué opinan ustedes del caso de Sierra, y de todos los casos que recurren a las cirugías para cambiar su aspecto en gran medida? No se olviden de dejárnoslo en los comentarios, así como de seguirnos en nuestras redes sociales.
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